jueves, 7 de marzo de 2013

La evolución de Cheval des Andes

Cheval des Andes, un joint venture entre Terrazas de los Andes y Cheval Blanc, es la cereza del postre que estos importantes inversores franceses desarrollaron en su proyecto vitivinícola en Agentina. Un mundo aparte, como lo reconoce el presidente de Cheval Blanc, Pierre Lurton, subido al gran barco de Louis Vuitton Moet Hennssy. Nacido en cuna de oro, el Cheval des Andes es un vino único que fue evolucionando desde un perfil netamente francés en 2001, tiempo en que tenía como asesor enológico al gran Roberto de la Mota, a un vino más ligado a la tradición argenta, con más Malbec y menos Cabernet Sauvignon, a lo que se le agrega un touch de Petit Verdot. 
Ayer Cheval des Andes con la presencia de algunos altos directivos del Grupo LVMH, presentó en sociedad la cosecha 2008 y realizó una cata vertical (así se le llama a la degustación por añadas) desde 1999 a 2008. Experiencia ilustradora, ya que no será sencillo tener a la mano 9 añadas de un vino de 150 dólares para probar.
Diré que la evolución de Cheval desde lo más francés (más acidez y frescura, más nervio en el Cabernet Sauvignon) , a un estilo más argentino (con la rendondez y la dulzura del Malbec pero con menos acidez, más fruta), no ha sido lineal. El ejemplar de 1999 muestra una evolución impecable; vino carnoso, voluminoso, con muchísima fruta fresca a pesar de los años. En 2001 encontré al más francés de toda la camada, acidez y frescura en su máxima expresión. La cosecha 2002 logró un vino de impactante concentración, tanto en sabores como en aromas, con más sucrocidad que acidez, pero con múltiples capas especiadas y florales en nariz. A partir de 2003, comienza a percibirse mejor la mineralidad. El 2005 es un vino muy mineral, fresco y con una nariz más modesta, pero elegante. Mientras que en 2006, también por las caraterísticas de la cosecha, vuelve la potencia del Malbec y a la columna vertebral tánica que le aporta el Cabernet, se suman los alcoholes más grasos por la gran maduración del Malbec, que aportan excelente volumen en boca.
La cosecha 2008, a la que se llegó con un 60% de Malbec, un 35% de Cabernet Sauvignon y un 5% de Petit Verdot, indica la dirección que seguirá Cheval des Andes, que está logrando un vino equilibrado, fino, y tan arrogante como a los franceses les gusta decir que son.
 




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